REALEZA
El bebé de Meghan Markle y el príncipe Harry pondrá a prueba las tradiciones de la familia real
Con una mamá moderna, feminista y ecologista, el nuevo miembro de la realeza británica recibirá una educación muy diferente a la del resto de sus familiares. Pero habrá que ver qué tanto cede una institución a la que muchos consideran anacrónica.
Hace poco la prensa de Inglaterra reportó con bastante escándalo un rumor que apareció en la revista Vanity Fair: que Meghan Markle, la duquesa de Sussex y esposa del príncipe Harry, había dicho en una reunión con sus amigos que iba a criar a su bebe sin ningún estereotipo de género: es decir, no necesariamente como hombre o como mujer, sino dejándolo encontrar por sí mismo su camino.
La noticia molestó tanto a los conservadores británicos que, en un acto con pocos precedentes, un portavoz de la familia real tuvo que salir a negar el rumor.
Pero más que un malentendido, el caso demuestra cómo el nacimiento del nuevo miembro de la familia real (del cual aún no se ha hecho público su sexo por una tradición de la realeza) podría enfrentar las ideas liberales de su madre con la tradición más conservadora de los Windsor.
El alto costo de un ‘baby shower‘ al que fue Meghan en Nueva York ya le generó el apodo de ‘Duquesa de Excesos‘.
No hay duda que Meghan ha sido alabada por haber traído un soplo de aire fresco a la familia real británica. Moderna, feminista y ecologista, la exactriz californiana de 37 años ha desempolvado un poco las costumbres de la casa de Windsor desde su boda con el nieto de la reina Isabel II en mayo de 2018.
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Pero el último año demostró también hasta qué punto puede ser complicado lograr que sus intereses coincidan con los de la familia, símbolo de estabilidad y tradición.
Foto: Harry y Meghan quieren alejarse lo más posible de William y Kate. Se dice que ambas mujeres se llevan mal y que eso ha distanciado también a los hermanos.
Meghan ya provocó un alud de críticas a raíz de un lujoso viaje realizado en febrero a Nueva York para celebrar una fiesta con sus amigos en que recibió regalos con motivo del próximo nacimiento.
El coste de esta "baby shower" fue de 300.000 libras (400.000 dólares, 350.000 euros), según los medios británicos. "La regla número uno es no desplegar su riqueza ante las narices de los británicos", dijo entonces el periodista Piers Morgan.
La "duquesa de Exceso"
El palacio de Buckingham pagó los platos rotos de este pequeño escándalo cuando, de forma un poco torpe, tuiteó poco después que "73 por ciento de las familias más pobres no pueden siempre alimentar a sus hijos durante las vacaciones escolares".
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Esto bastó para desatar el azote de las redes sociales: "¿Podrían pedirle a la duquesa de Exceso (un juego de palabras con el título de Meghan, duquesa de Sussex) que contribuya con parte de su asignación para ropa?", lanzó un internauta identificado como "OK".
A esto se suman las relaciones un poco complicadas con la reina Isabel, quien no apreció que Meghan le pidiese prestada una tiara (especie de corona) de la colección real para su boda. "Tendrá la tiara que yo le dé", habría dicho la reina a Harry, según el Daily Mail.
Meghan habría decidido no dar a luz en la privada y elegante ala Lindo del hospital St Mary de Londres, sino en un lugar más íntimo y natural.
Isabel II habría incluso informado al príncipe William, hermano de Harry, de su decisión de prohibir a Meghan que lleve joyas de esa famosa colección, según The Sun.
Foto: Desde la boda real, Meghan ha venido rompiendo moldes. Ese día entro sin su padre al altar, caminando sola.
Algo que podría tensar aún más las relaciones entre las dos jóvenes parejas: pues Meghan y Kate, su cuñada mucho más tradicional, mantienen relaciones complicadas, según la prensa especializada en la familia real.
Un parto natural
A diferencia de Kate, Meghan habría decidido no dar a luz en la privada y elegante ala "Lindo" del hospital St Mary de Londres, y privilegiaría un lugar más "íntimo", afirma The Sun.
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"Quiere simplemente un parto normal y natural para entablar el vínculo con su bebé, sin que la arreglen y la peinen de la cabeza a los pies para las fotos" a la salida de la maternidad, según una fuente citada por el diario.
Su habitación estará pintada con una pintura vegana mezclada con aceite de eucaliptos
Meghan y Enrique criarán a su bebé en Frogmore Cottage, en los terrenos del castillo de Windsor, a unos 30 km al oeste de Londres. Este edificio histórico del siglo XIX fue objeto de una renovación que costó 3 millones de libras (4 millones de dólares, 3,5 millones de euros).
Foto: Kate, al contrario, ha seguido varias de las tradiciones reales al pie de la letra a la hora de dar a luz a sus tres hijos.
Para la decoración de la habitación del pequeño, la californiana quiere utilizar una pintura vegana mezclada con aceite de eucaliptos, según el Daily Mail.
La duquesa, partidaria de los tratamientos holísticos, fue vista recientemente en una tienda que vende tratamientos homeopáticos para las embarazadas, según este diario.
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Y habría convencido a Enrique de comer menos carne participando en su régimen vegetariano durante la semana. Unas elecciones que parecen reflejar la influencia de su madre, Doria Ragland, que ella misma define como una profesora de yoga inconformista.
Habrá que ver hasta que punto sus ideas y su forma de pensar chocan con las duras tradiciones reales. En su favor tiene que su hijo o hija no recibirá el título de príncipe y estará muy lejos en la linea de sucesión al trono.
* Con información de AFP